"Aquí yacen los restos
de un ser que poseyó
la fuerza sin la insolencia,
el valor sin la ferocidad,
y todas las virtudes de los hombres
sin ninguno de sus vicios". Lord Byron a su perro Botswain.
En junio se cumplirán 5 años desde que Zara nos dejó. Un bastardo que merecería morir y resucitar cada día para enfrentarse una y mil veces a la misma tortura le dio un pedazo de carne envenenada y la semilla del cáncer prendió en ella, hasta que, extenuada y repleta de pequeños bultos pidió a gritos la inyección letal. Fue duro perder a mi perrita, a la criatura más tranquila y maternal que jamás conocí y que, con total seguridad, jamás conoceré. Carlos se ocupó de enterrarla bajo la gran encina del jardín de nuestra casa de campo de Marugán.
Hoy, Conan la ha palmado. Se ahogaba con su propia sangre y permanecía quieto, inmóvil como sólo ellos saben esperar el tránsito final. Mi madre, en consenso con Paloma -la veterinaria- y Carlos, decidió ahorrarle horas de sufrimiento y le han puesto el picotazo hacia el más allá. Perder a Conan es perder al mejor amigo que he tenido; siempre fue atento, considerado, cariñoso, de carácter afable y tranquilo, obediente, delicado; un pastor alemán que no lo era tanto, de mirada franca y ojos soñadores, aullador nocturno y compañero de este drugo vuestro, lobo cantor.
Ambos, ahora, estarán descubriendo las oscuridades siderales, esquivando asteroides y cometas, ladrando junto o sobre la luna o correteando, como solían juntos, sobre celestiales praderas.
Hoy el mundo es sensiblemente peor. Hasta la vista, Conan, drugo hermano.
Zara (Enero 1994- 24 Junio 2006)
Conan (Marzo 1998- 16 Marzo 2011)
Zara (Enero 1994- 24 Junio 2006)
Conan (Marzo 1998- 16 Marzo 2011)