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"Retro" contra "Cultura"

Recuerdo que tenía, hará más o menos diez años, una camiseta del grupo Culture Kultür. Era la pera. Me encantaba. Claro que un par de días de pintura exterior en el chalet de mi madre junto a Carlos la dejaron hecha una pena. Y así, la "cultura" pasó de ser "la pera" a ser "una pena" en menos de lo que canta un gallo o un grillo o un soplón del FBI. Estaba claro que, en aquella época, tenía que pisotear algo, pasar por encima de, aplastar la cultura y, claro está, de haberlo sabido, la hubiera pisoteado mejor. ¿Por qué la cultura? Bueno, supongo que porque vivimos en tiempos en los que distintos movimientos artísticos, diversas medidas gubernamentales -como la glorificación de las bondades de "aparentar ser culto" en vez del fomento de la cultura en sí misma-, nos han dejado con la batería espiritual bajo mínimos. La vanguardia ya no es lo postmoderno; de hecho, la vanguardia -siempre necesaria- ha sido adelantada por el Ferrari de lo postmoderno y se ha quedado más tirada que una colilla en mitad del asfalto, o, como profetizó Breton sobre el surrealismo -que él mismo se inventó y se sacó de la manga-, "como un elefante hinchado" del que nadie parece o quiere hacerse responsable. Total, que la vanguardia ya no es IN y está más OUT que el pobre Casey en Mudville, y si oigo a alguien gritar

"...mi fuerza es la fuerza de diez porque mi corazón es puro..." (Chris Marlowe) 

me parecerá tan vanguardista como si me dijeran al oído

 "...recordad cerditos: amenaza por amenaza
golpe por golpe
tanto arriba como abajo.
Tus pueriles palabras 
no significan nada para mi.
Tú, traidor, mientras tiemblan
 tus temerosas manos, te escabulles..." (Death in June).

 O sea, que la vanguardia ha pasado a ser lo que nunca debió ser, es decir, retro. Es decir, que hace años que he pasado de mirar hacia adelante porque lo más interesante está en la cuneta -no atrás, no en el pasado, sino, simplemente, averiada, tirada y humeante-. Total, si cultura es Alejandro Sanz y su pseudohumanismo flamenco pedo y tal, prefiero quedarme con Marlowe y Douglas y matarme a pajas mentales el resto de mis días. 


¿Qué diría de todo esto Ian Curtis, o qué dirá Peter Murphy -traidor de mierda que se ha pasado a la "kultür"  inducida por los gobiernos-, o el bueno de Detritus que pertenece a la vanguardia española, y se encuentra humeante, tirado, en mitad de la autopista de la creación, mientras Alejandrito Sanz se dedica a exponer sus cuadros que "le salen del corazón" y no son más que churros abstractos sin ton ni son de un tío que no tiene ni talento pictórico ni genio figurativo como para enfrentarse a un lienzo vacío y racionalizarlo, pensarlo; ¿pensáis que Kandinsky cogía un bote de pintura y lo lanzaba y decía "oole, ¡qué cuadro más salao que me ha salido!"?, o que Mr. Jackson Pollo, quiero decir, Pollock no tenía ni zorra de pintura? Efectivamente; habéis acertado: NO. ¿Qué nos pasa? ¿Qué nos sucede? Encumbramos a personajes como dioses de nuestro tiempo que ni son excepcionales, ni tienen nada que les distinga notablemente sobre el resto; y fijaos que he dicho "sobre" el resto; es que, queridísimos drugos y débochkas, un dios, un héroe, o un modelo social debe hacer algo excepcional, y para hacer algo excepcional uno debe "sobresalir". Yo, por ejemplo, naufrago y me regodeo en este fango de mediocridad, pero reconozco que, mientras a petardos sociales encumbrados por la propaganda y el marketing les da por exponer sus hobbys, artistas fenomenales, sobresalientes, excepcionales, parecen vivir en las esquinas de la vida, y nadie les presta atención. Hoy, más que nunca, y glorificando el postpunk como totalidad de mi mediocre vida, reconozco que Kierkegaard tenía razón al decir que "sólo la existencia está en proceso de existir", debo reivindicar la vanguardia, con objeto de acudir a ella como un servicio de grúa y reparar su avería. Y, al mismo tiempo, coger todas esas grandísimas mierdas de lienzos destrozados con colores al azar y pretensiones de "mirad-qué-artista-total-que-soy" de gente infumable como Sanz y demás ricos "aparentemente-cultos" y excéntricos y hacer una buena pira; joder, y ya metidos en faena, coger una buena compilación -pirata, claro- de Greatest Hits de este cheloveco pseudotodo y echarla también a la lumbre, ¿no? 

"...Todo fue un grito en la niebla..." Franz Marc. "Los 100 aforismos: la segunda visión"

2 comentarios:

montse dijo...

El extremo marca la diferencia, supongo.

Alvaro dijo...

Cierto, Montse. Buen apunte. Un saludo! Shabbat Shalom!

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